jueves, 28 de junio de 2012

La Verdad de la Divorciada


Hola, soy Andrea y soy Divorciada.



Estas palabras suenan horribles, lo sé; tal vez sería mejor decir solo que soy soltera, pero eso me parece como ocultar que alguna vez viví la dicha del matrimonio.


Hace ya casi medio año que me divorcié. Las cosas no han cambiado mucho en estos meses, he trabajado mucho, he superado interminables crisis emocionales, he fumado mas, me he concentrado en mi bien estar físico, y finalmente he salido con hombres.


Esta parte de las citas ah pasado de intrigante, a emocionante, a excitante y finalmente a aburrido. Y es que cuando termino confesando que viví un divorcio las cosas cambian con mi interlocutor, y eh aquí las reacciones más comunes.



Ejemplo A: Este chico al enterarse enseguida pone carita de compungido, me hace saber que el paso ya por lo mismo... bueno casi, el no se caso pero si tuvo un romance frenético que tal vez duro algunos años y finalmente termino en ruptura. No, nunca vivió con la susodicha, pero lo pensó seriamente. El entiende perfectamente el dolor y la perdida, y según su experiencia, no existe mejor medicina que unos besos, unos abrazos y... si, SEXO.



Ejemplo B: Este individuo nunca ah pasado por tal proceso, sin embargo sabe que seguramente si lo viviera estaría destrozado, siendo él una persona tan sensible como lo es. El sugiere que ocupe el viejo refrán de "Un clavo saca otro clavo"... pero esto claro cuando encuentre al adecuado, mientras tanto a divertirse se ah dicho, si porque no? es hora de unos besos, unos abrazos y si claro SEXO.



Ejemplo C: A este muchacho, la verdad no le interesa, quieres SEXO?


Y así podría darles unas 5 categorías mas, si adivinaron, todas terminan en una proposición de SEXO.



Pero aquí esta la verdad.



Si, ahora que no tengo una pareja eh llegado a extrañar la intimidad. Sin embargo no soy un bar en "Hora Feliz", no quiero ni busco cualquier oportunidad para acostarme con alguien; tampoco busco un novio que venga a reemplazar a mi ex esposo; no necesito que me psicoanalicen o me comparen con su experiencia, tampoco quiero que me digan la consabida frase de "Todo va a estar bien", eso lo se, me esfuerzo por que así sea aun si no me dicen todos los días "Échale ganas".



No soy ni puta, ni mártir, ni pobrecita, ni urgida. Soy solo una mujer divorciada.