Hola lector, espero tú y los tuyos estén muy bien.
Si me has leído con anterioridad sabes
que tengo Esclerosis Múltiple, esta ya lleva unos años en mi vida y gran parte
de ella la he aprendido a manejar. Pero a partir del 2018 empeoró, pasó al
siguiente nivel “Secundaria Progresiva”, ya había un aumento considerable a mi
nivel de discapacidad.
Tal vez el cambio
para mucha gente sea mínimo, pero el usar bastón y la debilidad actual en
piernas significo un cambio muy drástico y doloroso para mí.
A partir de ese
año mi movilidad se hizo muy complicada, ya no me es fácil realizar tareas que
antes hacia con regularidad y lo más difícil es que ahora tengo que pedir ayuda
para muchas cosas, más incluso que cuando perdía temporalmente la vista. Me
convertí en “Discapacitada” con todas sus letras y el peso que conlleva.
Entonces en mi “nueva
realidad” (si, para mí este concepto lleva activo ya algunos años antes de la
Pandemia) aprendí a hacer cosillas como: Subir un solo piso del edificio por el
elevador, Buscar filas más rápidas por no soportar estar de pie mucho tiempo o
Encontrar siempre un sitio para sentarme. Cosas que pueden sonar simples y
bobas, y tal vez lo son, pero hay una en específico a la que no logro acostumbrarme; a no poder hacer mis cosas o mandados por mi misma, y tener que pedir el favor
a alguien más.
Por que eventualmente
me tengo que enfrentar a caras de molestia, malos modos o a ajustarme a cuando
la gente quiera y/o pueda.
¿Y cómo decir
algo?
Si me están
haciendo el favor
Entonces intento con
todas mis fuerzas no molestarme y entender a la otra persona, procuro no pelear
ni crear mayor conflicto.
Pero por dentro debo
confesar que muero un poco cada vez que tengo que pasar por esto. Me siento muy
inútil y pedinche.
Si tú mi estimado
lector, llegas a ser el cuidador de una persona con alguna discapacidad, no lo
hagas pasar por esto, sabemos que es difícil cuidar de alguien más, pero también
lo es depender de alguien más, y si algo te enfada, mejor háblalo con calma
para resolverlo de la mejor manera, no esperes que una cara o gesto tengan que
ser traducidos para ver que algo está mal.
Solo es un
consejo.
¡Saludos y
cuídate!